Desde 1996 canto cada Navidad el oratorio Mesias, de Haendel.
Así, a bote pronto, puede que no reconzcais la pieza. Es la que tiene justo en el medio el Aleluya, si si ese que nos gusta tanto a todos y que cantamos a nuestros padres, hermanos, cuñados, amigos, parejas, etc cuando conseguimos que hagan algo que queremos y que nos cuesta sangre, sudor y lágrimas que hagan.
A lo que voy.
Desde 1996, que se dice pronto. Este año no es una excepción. Será este martes día 21 de diciembre en el Auditorium de Palma.
Me gusta la obra. Mucho. Pero tantos años después, tanto ella (la obra) como yo necesitamos alejarnos la una de la otra...vamos que me quiero dar un tiempo...un cese temporal de la convivencia (...) a ver qué tal funcionamos y si nos echamos de menos.
Esta separación de prueba no significa que no te siga queriendo, Mesias, significa que alguna próxima navidad no nos tengamos que soportar mutuamente, que tu no me tengas que seguir escuchando las notas falsas ni que yo tenga que aprender la enésima nueva versión del director que dirija el concierto. Otra opción es que, como nos cuenta toda la vida de Jesucristo (toda, incluso su pasión y muerte), la cantemos por Pascua, sería un cambio de festividad...pero suficiente para darle otro aire.
Por supuesto, voy a seguir ensayando el maravilloso Rejoyce hasta que lo domine y cantando a mis sobrinos el How beatiful are the feet....
Para demostrar (incluso a mi misma) que lo nuestro es un amor para toda la vida os dejo una de las mejores versiones que he escuchado del Aleluya. El director es el magnífico y entrañable Trevor Pinnock (extraordinario director y mejor persona) y, la orquesta, su English Concert con el English Concert Choir. Disfrutadlo.
http://www.youtube.com/watch?v=usfiAsWR4qU
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