domingo, 21 de agosto de 2011

Reflexiones silenciosas

Un domingo de piscina, familia política (no es la mia...pero es familia y es política, al fin y al cabo) y especialidades culinarias me han dado tiempo para pensar. Pensar en las cosas que no me gustan, las que me disgustan, las que podría tolerar y las que me agradan, las que me gustan mucho y las que no quiero renunciar a tener o disfrutar.



De la jornada de hoy he sacado las siguientes reflexiones:



Me gusta la sensación al zambullirme en el agua, sentir el frescor del agua de repente en mi cara.



Adoro leer bajo la sombra de un árbol.



Soporto con estoica resignación las conversaciones sobre lo dura que es la vida de tal o cual famoso, porqué los famosos de ahora no son cantantes, actores, pintores, escritores, etc como los de antes? (ojo, no soy tan mayor...)



Me disgustan sobremanera, los adultos que por serlo creen que son más importantes que los niños. Aviso a navegantes: los niños son mucho más interesantes que vosotros adultos, sus pensamientos no por más sencillos son menos valiosos. Escuchadlos atentamente y aprenderéis, yo lo hago.



No me gusta el que me ofrezcan comida una y otra vez, una y otra vez. Ya te he dicho que estoy a dieta, ya te he dicho que la ración que me he comido me resulta suficiente, ya te he dicho que no gracias, ya te he dicho que me ha gustado pero que no quiero mas, ya te he dicho que no quiero postre que estoy a dieta, ya te he dicho que por favor no me tientes más... Soy yo o es que no me explico bien?



Me gustan las cosas sencillas. No comprendo según que tipo de comunicación no verbal, así que si quieres algo de mi, dímelo. Lo peor que te puede pasar es que te diga no, gracias. Y, por favor, si quieres insistir hazlo una vez, pero solo una.

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